sábado, 22 de diciembre de 2007

:S


Te regalaría una canción si no me decepcionases, quizá no valga el esfuerzo ni la satisfacción, deberías hacerte persona merecedora de ella o quizá no, de todos modos me hace pensar, ¿qué soy yo para ti?



soy un jodido saco de miedos, preocupaciones, histeria y ganas.


Tengo ansias, tenía, no hagas que las pierda, no es una advertencia, solo describo lo que me pasa.


Me tornas los humores.













De todas formas, creo que iré a escribir esa canción, por si acaso.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Eme "M"


Agobiado del propio resplandor y la propia miseria, necesitaba divinizar a alguien y te divinicé. No creo que haya ninguna salvación para nosotros. Pero tampoco la necesitamos. Volaremos unidos algún tiempo. Luego el mar y un albur actuarán en contra nuestra, o si a caso a favor de uno de nosotros. Es igual. Ambos habremos perdido lo imposible, o habremos ganado ambos de nuevo el sitio del que arrancamos a volar al comienzo. El vuelo habrá ocupado un tiempo siempre breve. Y será bastante. Necesitaba creer que eras el ángel...

En el fondo es igual: ya estoy contigo.

domingo, 2 de diciembre de 2007

No se puede cambiar lo que es y lo fue


Aveces me asusto de las cosas que puede llegar a sentir una persona, en un momento parece una cosa, a los cinco minutos parece otra, cuando te levantas al día siguiente no es exactamente lo mismo, cuando llega la noche vuelves a sentir algo y te duermes pensando y te vuelves a despertar solo y echas de menos, y no echas de menos y te arrepientes y te sientes mal, y te acuerdas de caras y te ríes y extrañas esos momentos, pero tampoco quieres volver a repetirlos en ningún otro lugar con ninguna otra persona porque sabes que nunca serían iguales.

Es un torbellino de emociones y sentimientos que se repite una y otra vez con pequeños cambios a lo largo del tiempo y al final lo que se repite una y otra vez es lo que permanece y se queda grabado para siempre en la memoria.

Cambias una y otra vez de opinión con respecto a un mismo asunto pensando que es lo correcto y lo que no, y luego piensas ¡qué demonios! y sopesas que es lo que quieres y qué importa más, lo que quieres o lo que debe ser y vuelta a empezar los pros los contras y todo lo contrario.

Como puedes ser así o ¿ acaso confundes las cosas ? Concéntrate en lo tuyo, mira solo hacia delante, ni siquiera hacia los costados.

Pero, no quiero ser como los burros...

Y el poder mirar hacia todas direcciones conlleva una responsabilidad, una carga más... Mirar únicamente hacia delante pueden hacerlo todos los burros, hacia todos los lados, no.

Todo esto a su vez provoca en el individuo un sentimiento monótono y le hace pensar que cae y recae en la monotonía, el aburrimiento, la indecisión permanente y la más o menos indiferencia.

Hoy ha sido el día en el que me he levantado sin pensar en nada, con una sonrisa en los labios, el sol dándome en la cara, una canción en la cabeza y un recuerdo de una noche que ha servido de paréntesis.

No voy a torturarme más el corazón.



Al menos, de momento.

martes, 27 de noviembre de 2007

solo diré


Hoy recupero sensaciones que había perdido,hoy recupero sensaciones, volveré aperderlas si creo que existen buenas razones.


Hoy... es otro día...

sábado, 24 de noviembre de 2007

l´indifference


De acuerdo con aquello de la indiferencia, levantarse por las mañanas dándote todo igual, sin saber que diferencia el día de ayer del de hoy o del de mañana, sin saber qué pintas ahí ni que puedes aportar, bueno o malo, estado de ánimo en que no se siente inclinación ni repugnancia hacia nada, es un poco el despertar y darse cuenta de que hay muchas entes que actúan e interaccionan como autómatas, algunos solo buscan el éxito y no les importa aplastar a quien sea si es necesario, aquello de "el fin justifica los medios", otros no tienen interés alguno y tienen la suerte de tener una fuente del maná que les proporciona todo lo necesario (véase sus progenitores) y no sienten ningún remordimiento respecto a su falta de iniciativa o simplemente falta de actividad productiva. Otros simplemente buscan lo que todos, un trabajo, casarse, tener una casa (cuanto más grande mejor), un coche ( cuanto más caro mejor) y si cabe algún hijo...




Realmente no se lo que quiero, pero si se lo que no quiero, todo lo anterior, disfrutar de cada cosa, por pequeña que sea, y saborearla, si, eso estaría bien, si no fuera porque hay días en los que me resulta imposible.










¿Por qué?








Necesito algo que me salve. ¿Por dónde empiezo a buscar?

jueves, 22 de noviembre de 2007

ChoisiR


mmm... Si tuviese que buscar una palabra para definirlo, no tendría que hacerlo, ya la tengo, difícil, esa es la palabra, difícil.




Arduo, continuo, inagotable, duro, estresante, sudor, lágrimas y sangre.




Sí, si tuviera que definirlo sería difícil.




Te consume lo vives, lo sueñas, ¿para qué? para todo;




o para ¿nada? nada, se acabó, no más sufrimiento, no más tensión, no más presiones, no mas angustias ni rompederos de cabeza, ya no hay de qué preocuparse, no importa ¿no?, si tanto te hace sufrir...




¿ Y si no hay nada por lo que luchar ni sufrir?




¿Se acabó?




¿Y ahora? ¿Nada? Ahora que haces, ¿Por qué trabajas? ¿ Por qué luchas? ¿ Por qué vives?




Por nada o por nadie.




¿Entonces?




¿vivir o no vivir?




¿Difícil? Ya no es tan difícil ¿no?
































No, ahora lo difícil es elegir.




¿ O no?














Complicado. Creo.

lunes, 19 de noviembre de 2007

chez-moi


Nadie se fija en las casas abandonadas, antiguas, con desperfectos, a las que les faltan trozos de valla, con pocas tejas, predominando las vigas de madera y los cimientos, las cortinas raídas y descoloridas que ondean a través de los cristales rotos, en las que las tablas del suelo crujen con cada silbido del viento, que ya no tienen color definido, en las que la veleta se paró, en cuyo jardín lleno de malas hierbas corretean topos y ratones entre los oxidados columpios, que se empapa por dentro cuando llueve y parece tenebrosa al ser iluminada por los rayos en las tormentas, de las que todo el mundo cuenta historias extrañas nada más lejos de la realidad, o no.


La gente suele fijarse en las grandes casas y mansiones de lujo, por sus piscinas, canchas de tenis, coches lujosos aparcados fuera y por todo lo que imaginan que hay dentro: caros electrodomésticos de última generación, televisiones de plasma de altas pulgadas, bañeras de hidromasaje, muebles carísimos, mascotas con pedigrí, un piano de cola...


¿Y las casas abandonadas? vacías, viejas, decrépitas, obviamente no lo que tienen dentro, si no la vida que tuvieron, ¿Cuántas cosas se podrían contar?, ¿Cuántos llantos, risas, penas, alegrías, soledades y compañías, buenas y malas, juegos, atardeceres, amaneceres, solos, juntos, en silencio, escuchando las más dulces melodías? ¿Cuántos abrazos, besos, bofetadas, mordiscos, odios, amores, riñas, discusiones, lágrimas, pesadillas y sueños conseguidos y no conseguidos?


Por eso prefiero las casas abandonadas, en parte, yo soy una de ellas.