Cuando doy con alguien cursi es cuando verdaderamente me doy cuenta de lo mal hablada que puedo llegar a ser.

Sin contar con cierto experimento macabro...

Lo pienso, lo creo, lo pongo en práctica y sieeempre funciona.

Mirrors

Hoy me he mirado en un espejo y me he parado a pensar en cómo se me ve desde afuera.

Debe ser complicado, complicado entenderme, cuando hay veces que estoy sentada cerca de gente que ni me interesa, en un grupo y parezco metida en ello aunque en realidad estoy pensando que la persona que más interesante de toda la estancia sea ese chico o chica de la esquina, cosa que probablemente no sabrá.

No se como se verá desde afuera, desde aquí adentro depende del dia, a veces es como si tuviese dentro un vacío total, no de esos tipo pozo, de los q tiras una moneda y la oyes caer al agua al final, no, es más bien como un agujero negro de los que si te asomas una fuerza extraña tirará de ti y desde el fondo oyes como un ruido perturbador. Otras veces es como si estuviese presa dentro del cuerpo y no pudiese salir, no puedo encontrar ni una rendija, ni siquiera por los orificios de los oídos...

No parezco tan como soy, no soy tan... como parezco...

Este es uno de mis cuadros favoritos.

A veces me pregunto de dónde demonios surgió esta fobia, se que siempre la he tenido, desde que tengo memoria. Primero desde una perspectiva más lejana, luego más cerca, como asumiendo la responsabilidad.

Hay tiempos en los que remite, largos periodos o cortos, no importa. Siempre vuelve. Vuelve a mí.

Veo cómo a otros les resbala y eso me pudre. Pensar que a mí me carcome y para ellos es como una motita de polvo de la cual se libran con un simple soplido.

Es como un miedo permanente que a veces no me deja concentrarme.

Es el miedo al miedo, a pasarme de la raya.

Y por eso debe ser que mi subconsciente pone ataduras invisibles de hilo dental a esa masa oscura que en ocasiones intenta abducirme.

Realmente no quiero "vivir" así, pero solo yo tengo la capacidad de hallar la tijera mágica para cortar esos hilos, como la de las parcas.

Hay momentos en los que ni siquiera comprendo por qué mi mente responde a mi nombre.

Estoy buscando las tijeras...

De verdad que estoy buscando las tijeras.