jueves, 24 de diciembre de 2009

Cisne negro.


La última vez que pensé en escribir tenía un día de perros, así que en vez de escribir decidí gritar y gritar, hasta que desgasté la garganta pero hoy estoy no se, rara, para variar, solo que tengo como algo, como fuerza, tengo una canción dentro, una guitarra, un matasuegras, el gallo de mi vecino, estoy rellena de chocolate y de jalapeños, incluso tengo la tele puesta, algo sobre una escuela en la que te enseñan a ser papa noel en Korea del norte, bah.

Me apetece hasta ponerme un tupé, si fuese un hombre experimentaría con mis patillas, menos mal que no lo soy, pobres nenas...

El otro día, el otro día preguntó en una tienda sobre un hombre deforme y le miraron, le miraron raro... y le engañaron y le dieron lo que no era.

(Me rayo porque miro a mi alrededor y solo veo anuncios de colonias en los que salen chicas bonitas, pero cuando sales a la calle, de esas no ves ni una, lo mismo con los chicos, esos de torsos depilados y tal... y ¡menos mal! porque son todos como fotocopias, espero que las chicas y chicos -no de anuncio- que me cruzo por la calle lleven algo ahí dentro, en el piesco...

Espera espera, porque ahora una pava está diciendo que su deseo para el 2010 es que desaparezca la bollería industrial, lleva puesto un traje de mama noel vs pornochacha, creo que está en la plaza mayor de Madrid, Madrid... me iba ahora mismo.)

Hoy toca casa de la abuela, joder, y yo voy y no tengo una de esas abuelas que hacen postres y calceta y que siempre te dice lo guapa que estás y que comas más...
No, la mía parece que ha sido entrenada por el mismísimo Rambo, todo el mundo le parece gordo, excepto los que están más delgados que ella, esos están demasiado delgados.

Y no tengo un abuelo de esos tipo Simpson, de los que fuman en pipa, de los que te cuentan batallitas de sus años locos, de cuando tenían abdominales y te preguntan si tienes mozo, mozo, no novio.



Hummm... me estoy mentalizando, estoy jodida y encima no voy a poder hincharme a chocolate grrr.

Empezaré a oir: niña, con lo bonito que era tu pelo natural...

niña, con la ropa más bonita que llevan las muchachas de la calle y tú vas así...

niña, nunca te pones tacones...

niña, mira que siempre vas de negro y de unos colores más poco alegres...

niña, podrías recogerte ese pelo de vez en cuando...




Lo más gracioso es que si hiciese todo eso que dicen, querrían justamente lo contrario y no, no les voy a dar ese gusto.

Soy...















la oveja negra de la familia.


Soy el cisne negro.



Muahahahaha





sábado, 21 de noviembre de 2009

Ave Cesar morituti te salutant!


Hoy me he puesto la flor en el pelo. Nadie se ha dado cuenta, ahora está en el cajón.
Soy una camiseta mojada. La de tu mejor concierto. Necesito que me sequen al aire o pronto estaré hecha una mierda y me usarán como trapo para los cristales o para untar betún, del negro que brilla, para los mocasines de tu padre.

Me he pintado las uñas de naranja, para verlas mejor en la oscuridad. Envidio la perfección de las orquídeas. La fuerza del viento sobre mi pelo. Una playa inmensa sin mar con la chaqueta de lana.

Nunca me han dedicado nada. No se es nadie hasta que alguien te dedica algo.

La luz sobre las grietas de mis manos, parecen roca. Pero nada más lejos, sangro pintura acrílica, he pisado los cristales verdes, la botella del ron de un pirata. Los cristales de las gafas por eso a veces no me ves.

Soy el pez que se tragó el soldadito de plomo, todo este viaje para acabar con las tripas sobre las mesa.

Ni siquiera con una toga puedo ser musa. Como mucho trovador.

Tengo que embarcar pero he perdido mi ancla.

Quiero el columpio, el prado, la corona de flores, los hombros al aire.

Puede que en el cajón no haga mucho, pero si salgo al menos...







al menos puedo hacer contraste a las orquídeas.

martes, 10 de noviembre de 2009

Debilidades.


Necesito oler ácido acético, no se si para ver si consigo despertarme de este sueño lúcido, o translúcido. Me levanto a la cocina a por el vinagre, pero no es tan potente como recordaba, no ha sido como esperaba, olía mejor en mi mente. Cierro la botella y al armario.


Muchas veces me siento como buscándole las esquinas a un balón de playa, necesito estar triste, es por naturaleza.


Objetivamente no hay riesgo hasta que la paciencia explote.


No te voy a vender un recuerdo.


Siempre he sido un poco masoquista buscando un doble fondo al armario, tres pies al gato, creyendo que si empujo el espejo pasaré a través de él a una realidad paralela, donde los perros paseen a los amos y las hamburguesas nos coman vivos.


No me gustan las parejas de la mano a las 8 de la mañana, no se está lo suficientemente despierto.


Quiero abrazar cangrejos amarillos, tener alas, no tener que respirar bajo el agua, campanas por la habitación. Me duele un hombro.


A veces pienso "Un día voy a probar desde que me levante a hablar solo de las cosas que tengan al menos un mínimo de interés", seguramente no hable en todo el día.


Es absurdo pensar, pero no puedo evitarlo.


Giro la esquina, cruzo de acera, paso esta curva y la paso por fuera.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Tic-tac

Desde pequeña siempre me
han fascinado los relojes,
cuanto más raros mejor. Adivina
por qué...

Me apasiona encontrar cosas "únicas"
que solo conozco yo, o me creo que solo
las conozco yo, estoy enganchada, segrego
endorfinas y , siempre encuentro algo,
todos los días, es increíble pero cierto.
He llegado a encontrar cosas en
los lugares más remotos, hojas,
plumas, un colgante de los años 20,
una botella de cocacola, un
armadillo de madera, unas matriuskas,
un paraguas, un vinilo, un
escarabajo, una cascada, un niño
que se dormía de pie, un tobogán
para pingüinos, un cuadro, un libro,
piedras...

Lo que más me satisface no es encontrarlas
en lugares remotos o lejanos,
lo que más me gusta es cuando lo encuentro
en los sitios por los que paso diariamente
y nunca antes me había fijado, porque se que
ahí puedo volver cuando quiera, eso no duele
tanto como las cosas inaccesibles, además
me pregunto cuanta gente más habrá
reparado en ese objeto antes o
cuánta lo hará después de mí.
¿A cuantos les producirá algún
tipo de reacción?

Me gustaría poder verlos por
un agujero y luego decirles
no, yo también lo he visto.

Pero eso haría que las cosas
perdieran ese encanto de creerte
el único afortunado que lo ha
disfrutado. Es acojonante, se te
queda una cara de satisfacción
como cuando te despiertas sobresaltado
pensando que es tarde y miras el reloj
y ves que todavía tienes dos horas más
para dormir y una sensación de orgullo
de que debería darte un Nobel por lo que
acabas de descubrir, pero a la vez quieres
guardártelo para ti solo, para siempre.

Con lo que no tengo tanta suerte
al menos no todos los días ni mucho menos
es con las personas.
Algo debí de hacer yo mal en la otra vida.
El karma de los cojones no funciona.

¿Qué figura no encaja en este patrón?
La mía.

El mundo está hecho para los playmóbil.

Sí, mucho blablablá pero cuando encuentro
a alguien que merece la pena, es como que no
me lo creo, dios existe, comprar.

Si yo no fuese yo, y no fuese tu, no sería
mi amiga, la gente como yo me intimida,
porque no es dúctil y maleable, pero te los
puedes cargar tan fácilmente...

La gente no es simpática, es agria y rancia,
como una manzana de esas con gusano dentro,
no, miento, incluso el gusano tiene más carisma.

Los funcionarios son la cosa más sincera que vi.

Y no me llame por teléfono, que no quiero
aprender a poner ladrillos joder, que soy estudiante...
vaya rango, grangeneralcomandantealjefepatadecabra.
¡Qué feliz era yo con mis cuentos de cisnes y verrugas!
(Me gustaría haber conocido a Maria Antoñeta,
nos habríamos llevado bien.)

Todo lo joden con el " las llanas no se acentúan cuando
acaban en vocal ni en -n ni en -s"


Yo soy esdrújula y lo voy a ser siempre.
No me gusta la suerte, ¿Por qué la gente
habla de ella como si fuese oro puro?
Lo que a mí no me gusta de la suerte es que
no es justa, como el verde de la hierba, el frío
en la mañana y el color de tus ojos.

Y todo esto venía porque me fascinan los relojes
¿te acuerdas?

martes, 3 de noviembre de 2009

Esto no estaba programado pero lo necesitaba.

Os odio, os odio por ser chupasangres arrastradas, niñas mimadas, que mucho blablabla por detrás pero luego nada.

Estaban ustedes para un buen repaso, que consejos vendo pero para mi no tengo, no sabeis sufrir.

La diferencia entre nosotras es que a mí no me educaron unos gorrones breves de mente, no seré de la realeza pero tengo una mínima educación.

Alucino con estos jueguecitos y me da verdadera vergüenza ponerme a vuestro nivel.

Asco, asco me dais y os deseo una muerte (dulce).

martes, 20 de octubre de 2009

El odio no se puede fingir.


El odio no se puede fingir

¿Qué diferencia hoy de ayer?

¿De mañana?

Estoy tan cargada con bolsas

y sacos de arena que no tengo

ni una mano libre para

agarrarme a una farola si

resbalo con esta lluvia torrencial

que discurre calle abajo.

Tengo los labios rojos e hinchados

del frío, como cuando lloras

durante mucho rato, pero en

seco.


Debe ser esto, esta especie de dolor, de vacío,

lo que te queda

cuando la felicidad no

funciona.

sábado, 10 de octubre de 2009

Pues eso...


"Ya lo tengo todo controlado,

y alguien dijo no no no no no,

que ahora viene el viento de otro lado,

déjame el timón.

No es porque digas la verdad,

es porque nunca me has mentido."

lunes, 13 de julio de 2009

Denisse.


- Hola..- dijo el camarero de aquel bar mugriento que pertenecía al burdel.
Yo hice un gesto con la cabeza, ese perro ni siquiera se merecía que le hablasen.
- Está Denisse? dije sin mirar al camarero y buscándola por el bar.
- No, salió a hace un rato, ¿quiere que le deje algún mensaje?
- No.
- Entonces, ¿para qué la quería?
- Solo quiero cargarme a esa zorra, pero, no le diga nada, ya volveré. 

lunes, 4 de mayo de 2009

Conejo con colorete


A veces me gustaría que pudieras verme, verme como me dijiste que me imaginabas, caminando sola, con el aire levantandome el pelo, cargada de bártulos y mirando mal a los viejos verdes que en los semáforos miran de reojo a las chicas con minifalda y ponen cara de vicio.

Verme moviéndome al ritmo de nadie, con una melodía de una canción metal estridente tocada por una orquesta y con algo de electrónica.

Verme yendo sola de acá para allá y que nadie se ponga del lado de los coches cuando voy por la acera, si llueve me salpicarán a mi.

Nunca sabré cómo tan poco tiempo me pareció tanto.

Soy como me imaginas, aunque no puedas verme, aunque no me veas, solo en tu cabeza.

Soy como dijiste una solitaria, igual que tú.

Se que tienes la esperanza de que nos volvamos a encontrar, el tiempo dirá, pero tu ya sabes que los arqueros no olvidamos nunca.

De todos modos siempre viviremos el uno dentro del otro, aunque el otro no lo sepa y sólo podamos intuirlo, como las canciones que nos llevan al agujero, las malas horas, pero todo lo tengo guardado, el agua, las lianas y las serpientes, las confusiones y los chistes malos de los descarados.


Se que no puedes verme y para ambos eso es más cómodo, la vida es más fácil.


Pero es menos excitante.

jueves, 23 de abril de 2009

"_Buh"


Me levanté, como cada día, me vestí y salí a desayunar, tenía que entrar al baño, necesitaba lavarme la cara, pero estaba ocupado.
Volví a la cocina y comencé a ponerme un café cuando de repente escuché el cerrojo del baño y que inmediatamente después se abría la puerta, entonces me dispuse a pasar por el pasillo hacia el lavabo cuando todo se volvió confuso, ella comenzó a gritar de forma desgarradora y a mirarme. Al principio fue como un grito ahogado, ahogado porque la había pillado desprevenida y estaba tratando de gritar pero resultaba imposible pues no tenía mucho aire en los pulmones, pero cuando inspiró (que, no se cómo entre tanto pánico) consiguió emitir un segundo grito aun más desgarrador que el anterior, ¡y no paraba! que era lo peor solo hacía mirarme y gritar. Ella tenía la cara desencajada de miedo, como el hombre del cuadro de "El grito".

Yo era incapaz de articular palabra, pues de algún modo también me había pillado desprevenida semejante grito. Intenté decir eh, soy yo, pero fue imposible.

Hoy he dado el susto más grande de mi vida.

sábado, 18 de abril de 2009

Agitar antes de servir.


Lo miré fijamente durante un minuto más o menos, era como un desafío, él ahí manteniendo su postura, muy muy quieto y yo mirando desde abajo, temiendo que se me cayera encima, veía sus dos antenas, en realidad era su sombra proyectada en el techo por la luz de la lamparilla de la mesita de noche.


Me daba pereza cargármelo pero no podía con la idea de que por la noche mientras durmiera se me pasease por encima.


Tuve que ir a la cocina y coger la escoba. Lo pensé durante un momento y puse una servilleta encima para que no se escabuyera entre las cerdas.


Volví a la habitación y lo busqué de nuevo y ahí seguía el maldito, en el techo.

Agarré la escoba y lo espachurré.


Luego tire la servilleta a la basura.


De segudo me fui a dar una ducha.


¡Dios! No es posible odiar un baño tanto como yo odio este, es lo puto peor.


Meterse de puntillas a la bañera es un coñazo, no sabeis qué suerte teneis quienes que no lo necesitais.


Después me puse un camisón y volví a la habitación, con una pintura amarilla ácida horrible, paredes sucias, llenas de faltas, cuadros horrendos, y una cama muy pequeña para mi gusto, las cortinas que parecían robadas del tren y en la que hacía un calor infernal.


Apagué la luz y cuando empezaba a dormirme comencé a oir los tacones de la hija de puta de la vecina de arriba. Comencé a maldecirla en voz alta y pensé: "joder, mañan mismo compro un jodido periódico".


Mañana mismo compro un jodido periódico.